BAJO UN SOLO LUCERO
Wislawa Szymborska - Eva Rubinstein
Pido perdón al azar por llamarlo
necesidad.
Pido perdón a la necesidad por si me
equivoco.
Que no se enoje la suerte por
apropiármela.
Que no me reprochen los muertos la
palidez de mis recuerdos.
Pido perdón al tiempo por la
multiplicidad del mundo desapercibida
por segundo.
Pido perdón a mi viejo amor por ser el
nuevo el primero.
Disculpad, guerras lejanas, las flores
que hay en mi casa.
Disculpad, heridas abiertas, que me
pinche un dedo.
Pido perdón a quienes claman desde el
abismo por mis discos de minué.
Pido perdón a la gente de las estaciones
por mi sueño de madrugada.
Excúsame, esperanza acosada, por reír de
vez en cuando.
Excusadme, desiertos, por no acudir
corriendo con una cucharada de agua.
Y tú, halcón, el mismo desde hace años y
en la misma jaula.
con la mirada fija siempre en el mismo
punto.
absuélveme aunque seas un pájaro
disecado.
Pido perdón al árbol por las cuatro patas
de la mesa.
Pido perdón a las grandes preguntas por
las nimias respuestas.
Verdad, no te fijes demasiado en mí.
Seriedad, sé conmigo magnánima.
Resiste, misterio del ser, si deshilacho
tu traje.
No me acuses, alma, de tenerte poco.
Pido perdón a todo por no poder estar en
todas partes.
Pido perdón a todos por no saber ser cada
uno y cada una.
Sé que nada me justificará mientras viva,
porque yo misma soy mi propio obstáculo.
No te ofendas conmigo, lenguaje, por
tomar en préstamo palabras patéticas y esforzarme luego para que
parezcan ligeras.
Wislawa Szymborska - Eva Rubinstein
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