Fábricas del amor
Juan Gelman - Adriana Lestido
Juan Gelman - Adriana Lestido
I
Y construí tu
rostro.
Con adivinaciones
del amor, construía tu rostro
en los lejanos
patios de la infancia.
Albañil con
vergüenza,
yo me oculté del
mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para darte la voz,
para poner
dulzura en tu saliva.
Cuantas veces
temblé
apenas si
cubierto por la luz del verano
mientras te
describía por mi sangre.
Pura mía
estás hecha de
cuántas estaciones
y tu gracia
desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de
besos contra la soledad
hunde tus pasos
en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus
nombres al fondo de mi sombra
te hice un sitio
en mi lecho,
te amé, estela
invisible, noche a noche.
Así fue que
cantaron los silencios.
Años y años
trabajé para hacerte
antes de oír un
solo sonido de tu alma.
II
Alza tus brazos,
ellos encierran a la noche,
desátala sobre mi
sed,
tambor, tambor,
mi fuego.
Que la noche nos cubra como una campana
Que la noche nos cubra como una campana
que suene
suavemente a cada golpe del amor.
Entiérrame la
sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor,
límpiame el aire:
yo quiero amarte
libre.
Tú destruyes el mundo para que esto suceda,
Tú destruyes el mundo para que esto suceda,
tú comienzas el
mundo para que esto suceda.
III
III
Me has amado las
manos y caerán con el otoño.
Has amado mi voz
y está arrasada.
Mi rostro ha
reventado sobre ti como una piedra
impura.
Me has amado y
amado
para que huya de
mí, señor de sombras.
Me has destruido para que yo sea luz humana
Me has destruido para que yo sea luz humana
cantando
como las
criaturas de tu sangre.
IV
Que del recuerdo
suba el olor de tu cuerpo y se
haga tu cuerpo.
Que la noche
devuelva tu dulzura.
Que tus manos
sean dadas por el temblor que dieron.
Que tus ojos
regresen de todo lo mirado.
Paloma del amor
en vez
asciendes pura en
libertad
giras y cantas
como el cielo vas invadiendo el mundo.
V
Como un niño te
canto bajo la noche oscura.
Cofre de los
secretos, juegos hondos,
temblores del
otoño como pañuelos rápidos,
te canto allí
para que seas.
Señora del
candor,
con boca limpia
digo uno a uno tus nombres,
pongo mi rostro
en la penumbra que de ellos
desciende,
hago un gran
fuego con tus nombres bajo la
noche oscura.
En realidad
quiero decir: me haces andar contra la muerte.
Juan Gelman - Adriana Lestido
No hay comentarios:
Publicar un comentario